Padres irresponsables: El Caso de Mari Luz Cortés

El 13 de enero de 2008 desapareció en Huelva, una niña de tan sólo 5 años, llamada Mari Luz Cortés.
Desde entonces, el caso ha estado en todos los medios de comunicación, se han movilizado efectivos policiales, seguridad civil y voluntarios, para tratar de localizar a la pequeña.
Lamentablemente el pasado sábado 8 de marzo, a media tarde, apareció el cuerpo de la niña sin vida en el puerto de la Ría de Huelva.

Desde esa tarde de sábado hasta hace un par de días, se había especulado en todos y cada uno de los medios de comunicación de este país, sobre las causas de la muerte, circunstancias y sospechosos, hasta que hace dos días, un vecino de la familia confesó ser la persona que se llevó a la niña y arrojarla al río después de que accidentalmente cayese por las escaleras, se golpease la cabeza y muriese.

Desde entonces he escuchado y leído todo tipo de barbaridades en radio, prensa y televisión: desde gente que pide la castración química para los pederastas (no sé que tiene que ver esto con la castración química), reformas del código penal, hasta quién responsabiliza al juez o la policía de lo sucedido ¿acaso Su Señoría fue quién secuestró a la niña?

Desde esta distancia que me separa, no seré yo quién juzgue a el hombre que secuestro a Mari Luz, ni haré de abogado defensor ya que no me han contratado para ello, pero si que me gustaría hacer una pequeña reflexión, aún dejando claro en todo momento, que nada de esto estaría pasando si el tipo este no se hubiese llevado a la niña.

¿Dónde estaban los padres cuando secuestraron a Mari Luz? ¿Y los abuelos que tan vehementemente piden justicia en estos momentos? ¿Cómo es posible que una niña de tan sólo 5 años de edad salga sola a la calle sin ser acompañada por un adulto responsable?

No estoy diciendo que la familia sea la responsable de su muerte, ni mucho menos, esa responsabilidad ya se determinará en su momento, pero lo que me sorprende es no escuchar ni una sola voz que critique a los familiares, que no se cuestiones si su conducta fue diligente o no, que se solidaricen con ellos sin solicitar ninguna explicación.

Nuestro sistema legal, en especial el Código Civil y el Código Penal configuran un entramado de normas jurídicas dirigidas a salvaguardar y proteger los intereses de los menores. Otorgan a sus padres y tutores unas facultades, deberes y obligaciones para velar por su seguridad personal, educación, alimentos, integridad física y psíquica, etc. Facultades que deben ser puestas en práctica, de manera irrenunciable por quiénes las ostentan y que bajo mi punto de vista se debería de exigir una responsabilidad, ya retirada de la patria potestad (aunque en un caso como este para nada serviría ya que la niña está muerta) o penas de prisión.

Pero lo que me parece más indignante y esto ya lo digo desde un punto de vista personal, es que cada día, en las calles, bares y centros comerciales de nuestras ciudades, vemos a niños de una edad cortísima, solos, sin compañía de adultos, corriendo, saltando, gritando. Niños, que por lo que son, solo tratan de divertirse, jugar, pero que no son capaces de discernir lo que les puede hacer daño y lo que no, que son personas inocentes, confiadas, vulnerables a cualquier tipo de daño o de perturbado.

A nadie le extraña esta imagen, nadie dice nada, y yo digo, si no puedes o no te da la gana cuidar de tu hijo no lo tengas. Si estás hasta las narices porque no soportas ya más voces, no lo tengas.

Un niño, además de todo lo que he dicho en otros post de este blog, es una gran responsabilidad, una hipoteca vitalicia de 24 horas al día, algo que no puedes dejar de cuidar ni durante un segundo y si no estás dispuesto a asumir esa responsabilidad y vas a dejar que tu hijo baje solo al quiosco, o corra como un loco poseído por el diablo en un centro comercial, NO LO TENGAS.