viernes, 20 de noviembre de 2009


¡Que grande! la polémica que se ha montado por la “Mano de Henry”.
Para los que sean profanos en fútbol, pongámonos en antecedentes; se jugaba el partido de vuelta de clasificación para la Copa del Mundo entre Francia e Irlanda, ganando este último, ya en la prórroga, cero a uno, cuando Francia disponía de una falta, que fue centrada al área. En primer lugar se puede apreciar fuera de juego de dos jugadores franceses, gol ilegal, en segundo lugar, llega el balón a Henry, gran jugador hace años, en clarísimo declive en la actualidad, y “Tití” no es que lo toque con la mano, sino que lo controla, se lo acomoda, y casi lo guarda para llevárselo a su casa. Total, que le da un pase a Gallas, compañero de “Tití” y marca el gol que clasifica a Francia para el Mundial de Suráfrica.
A mí, sinceramente me importa una mierda si al Mundial va Francia, Irlanda o la República de Catalunya (qué más quisiera Laporta), pero me hace gracia, casi me descojono de la monumental polémica que se ha montado.
Dicen que si Henry es un tramposo, que si tenían que eliminar a Francia, que si tal, que si cual ¡Venga ya! Hipócritas. Que os jode que sea un francés el que lo haya hecho, que TRAMPOSOS HAN EXISTIDO TODA LA VIDA; Maradona, Agüero, Raúl, Rafa no me jodas… pero estos no han matado a nadie, los han tachado de pillos, de listos, de… TRAMPOSOS lo que son, aunque a alguno de ellos los hayan encumbrado y “endiosados”, pero no dejan de ser lo que son.

Al igual que tramposos son Gurpegui, Ben Jonhson, o el mismísimo GUARDIOLA, sin olvidar a Roberto Heras (salmantino afamado, hasta que dejó de serlo), estos ya no por tocar un balón con la mano, sino por DROGARSE, para competir al mismo nivel que los demás.

Pero no nos asustemos, tramposos los hay en todos los sitios, la POLICIA, si yo os contara algunos sumarios e investigaciones que he visto por ahí, pero para eso el Tribunal Supremo en su día formuló una cosa llamada “Doctrina de los frutos del árbol envenenado” que no me voy a parar a explicar ahora porque no me apetece.

Tramposos, son los que utilizan información privilegiada, los que se enriquecen a costa de los trabajadores y clientes de una entidad bancaria, los que haciendo uso de su cargo público se lucran impunemente, o los que en el congreso de los DIPUTADOS, sueltan las barbaridades más increíbles amparándose en su aforamiento.

ESPAÑA ESTÁ LLENA DE TRAMPOSOS, pero joder, que crucifiquen al Francesito, que por eso nos tiraba, su padre, su tío o cualquiera de su país la fruta ahí en la Junquera, aunque tal crucifixión suponga que ESPAÑA ESTÉ LLENA DE HIPÓCRITAS.

martes, 17 de noviembre de 2009

Permitidme hoy una pequeña licencia, pero creo que el siguiente artículo merece mucho la pena. Lo escribió José María Sanz, más conocido por Loquillo, en el diario "El Periódico" el pasado día 9 de noviembre. Disfrutadlo, que merece la pena

Ando estos días tan despistado siguiendo el hilo de los acontecimientos, que tengo que buscar en el diccionario de la Real Academia Española lo que dice sobre la palabra democracia, que, para refrescar más de una memoria, es lo siguiente: «Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el Gobierno».
Para empezar, y ciñéndome al diccionario, ya vamos mal, porque el pueblo estos días, más que intervenir en el Gobierno, está interviniendo, como espectador, en un espectáculo lamentable, no se sabe si comedia o tragedia griega. No se sabe si estamos viendo una película de mafiosos o una de Berlanga, no sabemos si se trata de una función para reír o para llorar, para que me entiendan.
Diremos que la realidad supera siempre a la ficción y nos quedaremos tan anchos, pero yo no dejo de pensar en todos aquellos que lucharon por esas palabras, que están carentes ya de significado de tanto usarlas en vano ( perdonen por el desliz católico): democracia, voto, derechos, igualdad... Por aquellos que sufrieron cárcel, persecución y exilio, que fueron fusilados y, si tuvieron suerte, descansan hoy bajo una losa y no en una fosa común o en una desconocida cuneta.
Dicen que vivimos enredados en las enseñanzas del franquismo... y es verdad. Los enemigos de la democracia lo hicieron tan bien, que todavía no hemos aprendido a vivirla ni a ponerla en práctica. Votamos y nos engañan, nos defraudan con ideas del siglo XIX en los albores del XXI y nos roban el sudor de la frente de los andamios y las fábricas para organizar grandes viajes, bodas, banquetes y comuniones.
Menos mal que muchos ya no están con nosotros. Yo, por ejemplo, no sabría cómo mirarle a la cara a mi padre. Decir que la democracia está herida es muy suave. Ha muerto. Para mí que la han asesinado.
Leo en el blog feminista Cicatrices transgénicas a una gata decir: «Con tanto Alí Babá, cuesta reconocer a los 40 ladrones». Y realmente tienen razón. Solo nos queda la protesta, la acción, salir a las calles. Porque quedarnos sentados en casa sin saber a quién votar es jugar a su mismo juego y perpetuarlo.