miércoles, 26 de noviembre de 2008

He visto mujeres guapas, atractivas y espectaculares. He probado a aquellas diosas que muchos desean pero se conforman con mirarlas, a las que todos miran, alaban, veneran e idolatran.

He contemplado el desnudo de las más bellas, de esas que tienen el cuerpo esculpido por divinidades griegas, de alguna que otra modelo de portada, de pasarela y valla publicitaria.

Pero ninguna con tu sonrisa, con esos hoyuelos pequeñitos que se dibujan en tu cara cuando ríes. Ni con ese brillo en los ojos cuando miras, medio tapados por el flequillo que cae sobre tu frente, parte de ese cabello del color de los primeros rayos de sol de un amanecer perfecto, en tus labios, esos que me besan, que me recorren, que me hacen estremecer.

Sólo te miro a ti, sólo te recorro a ti, a tu figura, que recuerdo porque te extraño más que te tengo, pero cuando te tengo no hay nada más. Cuando duermes, cuando te enfadas y gritas, cuando en cualquier hotel, en el que sea te encuentro.

Porque en el Perálvarez de mis sueños, eres quién dirige mis instintos, los más básicos, mis pensamientos, los más racionales y el diapasón de mi ritmo; que lo cambio, que lo muevo y lo acompaso al tuyo, porque en un solo paso quiero caminar.

Y deseo reencontrarme contigo, como en Delicias, con estar frente a ti, estrecharte en mis brazos, mirar como duermes y que esperes, mirándome, a que despierte.

Nada hay más bello que tu, excepto cuándo estás conmigo.

sábado, 22 de noviembre de 2008


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miércoles, 19 de noviembre de 2008

En fecha 15 de Diciembre de 2006 fueron turnadas por el Decanato de los Juzgados Centrales de Instrucción, a este Juzgado, distintas denuncias de fecha 14 de Diciembre de 2006 presentadas por Asociaciones de Recuperación de la Memoria Histórica y particulares, dando lugar a la incoación de las Diligencias Previas de Procedimiento Abreviado nº 399/2006. A las denuncias indicadas siguieron otras muchas hasta el día de la fecha. Todas ellas por presuntos delitos de DETENCION ILEGAL basadas en los hechos que se describen en las mismas, fundamentalmente por la existencia de un plan sistemático y preconcebido de eliminación de oponentes políticos a través de múltiples muertes, torturas, exilio y desapariciones forzadas… así comienza el Auto de 18 de noviembre de 2008 dictado por el Juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, en el Sumario (Procedimiento Ordinario) 53/2008 y cuyo texto integro podrás encontrar pinchando aquí (nota, son 152 páginas)

Este es el famoso Auto por el que el Juez Baltasar Garzón declara extinguida la responsabilidad penal por fallecimiento de los responsables de la barbarie cometida por el régimen militar y dictatorial existente en España durante casi cuarenta años, y cuyo responsable máximo, pero no único fue Franco (como decía aquel, Paco Pistolas) inhibiéndose a favor de los Juzgados de instrucción correspondientes de las diferentes localidades –entre ellas Salamanca-

Desde el punto de vista jurídico lo fundamental de este Auto es el fin de la investigación de las barbaridades cometidas durante la dictadura militar: secuestros, asesinatos, detenciones ilegales, etc., etc., lo llamado por el Derecho Penal Internacional CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD. Esos crímenes cometidos por “artistas” como Adolf Hitler, Slobodan Milosevic, Saddam Husein y más recientemente por George W. Bush. Ese tipo de conductas que a todos nos repugnan, fruto de la mente perversa y calenturienta, apoyada por unos, permitida por otros e ignorada por muchos, que afortunadamente se están intentando enjuiciar en la Corte Penal Internacional, con mayor o menor éxito.
El auto, y siguiendo desde el punto de vista jurídico, remite actuaciones y declara competentes para conocer de estas causas a 62 Juzgados territoriales diferentes, con todo lo que ello significa, ya que como es bien sabido, cada uno de ellos le dará a cada asunto un trato distinto, sin ningún tipo de unanimidad en las decisiones de unos y otros y supongo, esto ya es opinión personal, que influenciados por la tendencia del partido político que gobierne en cada comunidad, que al final, son los que pagan las nóminas de los jueces.

Se podría dar el caso, que un Juez de Salamanca, espero que todavía quede alguno con un par de cojones y siga para adelante, decida continuar con la investigación hasta sus últimas consecuencias y un Juez de Valencia cierre el asunto en el mismo momento en el que le sean remitidos los autos.
Todo esto me suena a larga batalla judicial, más dinero gastado por los familiares de las víctimas, trabajo para unos cuantos abogados y sobre todo, un par de resoluciones del Tribunal Supremo dentro de muchos años.

Pero lejos del punto de vista jurídico, nos encontramos con la moralidad, con el deber que tiene este país de saldar las deudas con todas aquellas familias, ya sean de un bando o del otro, que perdieron de manera injusta (todas las guerras lo son) a un familiar, a un amigo o a un vecino.
En definitiva, a una persona, que ya fuese por su modo de pensar o de vivir fue secuestrado, torturado, arrastrado a un descampado y fusilado (para quién no lo sepa, en Salamanca esos fusilamientos se solían hacer cerca del nuevo cementerio, curiosa coincidencia, dónde ahora se ha levantado un maravilloso y novísimo barrio de casa nada baratas)

Existe un deber, de todos y cada uno de los políticos, jueces y fiscales (prefiero no comentar la actuación de la Fiscalía en este asunto, porque no encontraría tantos calificativos despectivos como para quedarme a gusto) de esclarecer todos y cada uno de los asesinatos que se produjeron en aquella época.

No se trata de remover el pasado, no se trata de levantar ampollas ni de crear dos nuevos bandos, se trata de darle a cada familia los restos de sus muertos, para que hagan lo que les de la gana con ellos. Se trata, de que el vecino de mi abuelo en el pueblo pueda saber dónde está enterrado su padre y que vaya a visitarlo o pase de él, pero que al menos tenga la opción de decidir.

Muy lejos de la opinión del Sr. Rajoy, sus vasallos y unos cuantos medios de comunicación cuasifascistas que prefieren que no se remueva la mierda, no les vaya a salpicar, ESPAÑA NO SE ROMPE. Yo no voy a salir a la calle con un fúsil a disparar al que no piense como yo o al que esté en contra de exhumar los cadáveres de los asesinados por Paquito Pistolas y sus secuaces, ni creo que tu que estás leyendo esto me vayas a disparar por la espalda, como lo hacían ellos, por no estar de acuerdo conmigo, quizás, algún amigo íntimo del Sr. Rajoy o muchos de los que militan en ese partido tan democrático y centrista que es el Popular lo hiciesen o algún militar que ha entrado aquí por error y que seguramente no tuvo ni la cabeza ni los cojones para llegar a otra cosa que no fuese a aprobar una oposición de mierda y obedecer órdenes toda su puta y miserable vida, lo hiciesen encantados, se pondrían su uniforme de camuflaje, saldrían a la calle a imponer su voluntad a fuerza de disparos.

Pero lo que piden los familiares de los asesinados y torturados, es justo, es lo que a su derecho les corresponde, entra dentro del argumento humano más lógico, de los más básicos principios de democracia y humanidad, de lo que les debemos y que jamás, este país podrá pagarles. Ni aún colgando a Franco si aún siguiera vivo.

Manuel Montero
Letrado 2**2 del I.C.A. de Salamanca

domingo, 16 de noviembre de 2008

No creí que quedasen putas en Salamanca; calientapollas de no más de veintidós años, ajustadas, embuchadas y embutidas como un lomito de Monsagro, necesitando sentirse queridas, miradas, dejándose tocar por todo aquel que le invitase a una Guinness, le diese algo más de conversación que las buenas noches y que buenas las tienes hoy, hay puestas, duritas y bien arriba o que en definitiva las tratase como alguien normal.

Soy un puto friki, rodeado de tres tías buenas o al menos las más llamativas del local, que los tíos que tenemos a nuestro alrededor nos miran preguntándose ¿Qué cojones tienen esos para estar con esas tías? yo respondo ¿te has mirado? Pero ninguna me interesa, prefiero escribir esta mierda en mi “Touch”, mientras las más alta de las tres busca mi mirada, sin apenas encontrarla y me pregunto ¿soy gay o estoy enamorado?

Quizás si fuese más feo las miraría, quizás cuando esta belleza que hoy tengo me abandone necesite sentirme querido, busque miradas furtivas, la complacencia de unos labios en cualquier bar, quizás cuando mi mirada deje de ser tan interesante me interesará la seguridad de una pareja.

No es que diga que las novias son para los feos, que lo digo, o que las feas no puedan aspirar a ir de polla en polla cada noche, que lo hacen, pues desesperados hay muchos y borrachos los sábados por la noche hay más, sino que reflexiono sobre ese tipo de gente que los miras y no te dicen nada, que pasan a tu lado y antes de pasar ya no te acuerdas de su cara, de esos que fueron concebidos en un polvo desganado, que seguramente su madre no se corrió en aquella follada nocturna y con graves carencias de romanticismo, ese que me falta a mi después de correrme o incluso antes, en la mayoría de las ocasiones.
Esa gente que siendo fea o quizás no tanto, no explotan su algo que deben tener escondido, porque quizás algo tengamos todos por ahí que pueda ser vendido a quién quiera comprarlo, en Ebay se vende de todo; esos tíos que habréis visto un sábado por la noche saliendo del cine, en chándal, joder deberían estar prohibidos los chándales ¿a quién se le ocurre ponerse un sábado por la noche un chándal aunque sea para ir al cine? ¿a quién se le ocurre salir en chándal a la calle? Ni para ir al gimnasio, no me jodas, vaya pintas tío, mírate bien, coge a esa que tienes a tu lado y trátala muy bien, porque con esa cara no vas a encontrar a otra.

Los feos tienen que cuidar a sus novias, perdón, a su novia ¿cuántos feos conocéis que tengan más de una? La tienen que querer, que mimar, que tratarla como la reina que no es y desvivirse por ella, que se sienta única, cómo todas las que se van a la cama conmigo, aunque sepan que únicas serán por unas horas.

Y las feas… ya que has conseguido colgarte a uno del brazo no lo putees, que bastante tiene con salir contigo a la calle, que el chaval ha ido el otro día a la peluquería y le jodes el look. Al menos cómele bien la polla, que como sigas con esa cara de perro feo, de pequinés, de mal follada, te vas a quedar sola, porque los conventos están llenos de buenas personas, pero aún ninguna monja me la conseguido poner dura.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Quieres que te comprenda cuándo lloras? Búscate un psicólogo que escuche tus mierdas, tus historias y tus paranoias.

A mi que me importa si tienes roto el corazón, si te has enamorado, si han pasado de ti, porque me parece lo normal, alguien llorón, inaguantable, que no sabe afrontar los reveses ni las contrariedades.

Me toca los cojones tus sollozos, tus malos rollos, tu sentimiento de ser insignificante, tus comentarios sobre lo cabrón que soy, lo mal que me he portado, mi bordería, mi prepotencia y cuanto paso de ti.

Que si no siento la más mínima lástima por ti, no es porque no tenga corazón, que quizás no lo tenga, o porque tu vida me importe una mierda, que no me importa, sino que a mi nunca nadie me ha roto el corazón, nadie llegó tan adentro como para hacerlo volar en mil pedazos y no ibas a ser tu la primera.

Y como nunca he sabido que se siente al sentirte tan desgraciado, porque mira que hay que serlo para hacer depender tu felicidad de otra persona, no pretendas que me siente, te mire a los ojos y coja tu mano mientras suelto alguna frase de esas que no dicen nada pero parece que consuelan.

Porque ni mi mujer se marchó, porque nunca la tuve, ni mi novia me puso los cuernos con cualquiera que la invitase a una copa, ni me dolió ver a quién me follé ayer liada con otro.

Porque nunca hice depender mi felicidad de nadie más que no fuese yo mismo, ni planee un futuro en el que el protagonista fuese alguien más que yo y jamás esperé de alguien nada, que no fuese unas noches en mi cama, en un parque o en el baño de un bar y la verdad, que me va bien, demasiado bien, que a quién solo fue eso le duele, y a quién no es nada, le jode, por no ser capaz de vivir, sin tener la obligación de sufrir.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Las cosas las hacemos por algo: porque queremos, porque nos apetece, por un impulso irrefrenable, por sentirnos queridos, despreciados, amados, dolidos, porque sí.

A veces sentimos la necesidad de buscar un por qué, un motivo, algo que nos diga que lo que hemos hecho está bien. Algo que en nuestro fuero interno nos haga creer que nuestros actos no hacen mal a nadie y que siempre hacemos lo correcto.

Pero muchas de esas ocasiones, nos equivocamos. Sentimos la imperiosa necesidad de hacer lo que nos venga en gana, lo que queramos, un lujo que solo algunos nos podemos permitir, sin pensar en las consecuencias de nuestros actos, sin que aún que deseemos con toda nuestra alma lo que estamos haciendo, lo hacemos.
Después, en la mayoría de los casos, vienen los remordimientos, las disculpas, un lo siento. El perdón que deseamos que nos sea concedido y una nueva oportunidad.

Rectificar es de sabios, arrepentirse de humanos y pecar, es algo innato a todos nosotros. Todos vosotros os habéis arrepentido alguna vez de algo: levantar la voz a vuestra madre, haber tomado esa última copa, poner la cam a ese desconocido del Chat, una cita con un impresentable, un no a quién deberías haber dicho sí, un polvo conmigo.

Todos os arrepentís, todos pedís perdón, todos os habéis sentido mal por haber hecho sentir mal a otra persona, por joderos a vosotros mismos.

Conozco a pocos, muy pocos, los privilegiados, los que nunca pedimos perdón, los que no conocemos la palabra lo siento, los no arrepentidos. Los que actuamos midiendo las consecuencias de nuestros actos o sin medirlas, los egoístas, ególatras y egocéntricos, los que al final, son perdonados sin solicitar vuestro perdón, los que mantenemos nuestra postura hasta las últimas consecuencias, los que no olvidamos ni perdonamos y que el rencor, la desconfianza y la venganza forma parte de nuestra idiosincrasia y a veces, hasta marca nuestro ritmo vital.

No te disculpes, si lo haces no lo hubieses hecho.

martes, 4 de noviembre de 2008

¿Qué cojones veis en mi?

La verdad, no os entiendo. No soy el prototipo de hombre que buscáis las mujeres, pero aún así, tengo a la que quiera, porque al final, la presa acaba cayendo.

Cómo os puede gustar un tío tan seco, tan borde, tan prepotente, tan chulo, tan mierda. Cómo os podéis ir a la cama con alguien que sabéis que no os va a aguantar ni una sola noche, y que si te deja dormir en su cama es por pura compasión y no largarte a las tres de la mañana.

Alguien quién su primera prioridad es él mismo y siempre él. Caprichoso, absolutamente caprichoso, que siempre debe ser todo como él diga y cuándo él diga y si no lo es, te manda a la mierda, como cual guaje que se tira al suelo llorando por su helado.

Alguien que no hace nada sin un interés, que no te va a ayudar sin buscar un más allá, ya sea una mamada, un polvo o un favor dentro de un tiempo, porque puedes estar segura que lo cobrará.

Alguien que ni siquiera está bueno, que no tiene un cuerpazo, que no te lo ligarías en una playa, porque ni llegaría a estar entre los cien mejores tíos de la arena.

Alguien, que al fin y al cabo, solo quiere lo que quiere, y que es a él mismo, porque todo lo demás, le importa nada, lo que le importas tú. Y quizás sea eso lo que te gusta, lo que te atrae, el intentar educar lo ineducable, el domar a la bestia, el sentirte única por un día, por unas horas, que es lo que tendrás, pues las siguientes las pasará con otra, o con el mismo, pues sabes que para hacerse una paja, tarda una hora, pues el no se masturba, el, se hace el amor.

Y es toda esa mierda, ese envoltorio que le reviste, esa intriga por saber que se esconde, lo que te llama la atención, lo que te embauca, y lo que hace, que sea tan odiosamente irresistible, que al final te engancha, te utiliza y cuando ha sacado todo de ti, te tira, y es en ese momento, en el que intentas poner tu mejor sonrisa, hacer ver al mundo que todo te resbala y que ese cabrón, que cogió tu corazón y lo disecó para ponerlo en su estantería de trofeos, no ha significado nada para ti, es el momento, en el que te engañas. Y cuándo lees esta mierda de blog, porque al final acabas volviendo y leyendo, te sientes ofendida, vulnerada y nuevamente humillada, sintiendo la necesidad de dejar un comentario, poniendo lo mierda que es este tío y lo mal que te folló, intentando ahora, engañar al mundo.

¿Pero si sabes que va a pasar, por qué dejas que pase? Sois mujeres, quién sabe vuestros motivos.