En fecha 15 de Diciembre de 2006 fueron turnadas por el Decanato de los Juzgados Centrales de Instrucción, a este Juzgado, distintas denuncias de fecha 14 de Diciembre de 2006 presentadas por Asociaciones de Recuperación de la Memoria Histórica y particulares, dando lugar a la incoación de las Diligencias Previas de Procedimiento Abreviado nº 399/2006. A las denuncias indicadas siguieron otras muchas hasta el día de la fecha. Todas ellas por presuntos delitos de DETENCION ILEGAL basadas en los hechos que se describen en las mismas, fundamentalmente por la existencia de un plan sistemático y preconcebido de eliminación de oponentes políticos a través de múltiples muertes, torturas, exilio y desapariciones forzadas… así comienza el Auto de 18 de noviembre de 2008 dictado por el Juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, en el Sumario (Procedimiento Ordinario) 53/2008 y cuyo texto integro podrás encontrar pinchando
aquí (nota, son 152 páginas)
Este es el famoso Auto por el que el Juez Baltasar Garzón declara extinguida la responsabilidad penal por fallecimiento de los responsables de la barbarie cometida por el régimen militar y dictatorial existente en España durante casi cuarenta años, y cuyo responsable máximo, pero no único fue Franco (como decía aquel, Paco Pistolas) inhibiéndose a favor de los Juzgados de instrucción correspondientes de las diferentes localidades –entre ellas Salamanca-
Desde el punto de vista jurídico lo fundamental de este Auto es el fin de la investigación de las barbaridades cometidas durante la dictadura militar: secuestros, asesinatos, detenciones ilegales, etc., etc., lo llamado por el Derecho Penal Internacional CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD. Esos crímenes cometidos por “artistas” como Adolf Hitler, Slobodan Milosevic, Saddam Husein y más recientemente por George W. Bush. Ese tipo de conductas que a todos nos repugnan, fruto de la mente perversa y calenturienta, apoyada por unos, permitida por otros e ignorada por muchos, que afortunadamente se están intentando enjuiciar en la Corte Penal Internacional, con mayor o menor éxito.
El auto, y siguiendo desde el punto de vista jurídico, remite actuaciones y declara competentes para conocer de estas causas a 62 Juzgados territoriales diferentes, con todo lo que ello significa, ya que como es bien sabido, cada uno de ellos le dará a cada asunto un trato distinto, sin ningún tipo de unanimidad en las decisiones de unos y otros y supongo, esto ya es opinión personal, que influenciados por la tendencia del partido político que gobierne en cada comunidad, que al final, son los que pagan las nóminas de los jueces.
Se podría dar el caso, que un Juez de Salamanca, espero que todavía quede alguno con un par de cojones y siga para adelante, decida continuar con la investigación hasta sus últimas consecuencias y un Juez de Valencia cierre el asunto en el mismo momento en el que le sean remitidos los autos.
Todo esto me suena a larga batalla judicial, más dinero gastado por los familiares de las víctimas, trabajo para unos cuantos abogados y sobre todo, un par de resoluciones del Tribunal Supremo dentro de muchos años.
Pero lejos del punto de vista jurídico, nos encontramos con la moralidad, con el deber que tiene este país de saldar las deudas con todas aquellas familias, ya sean de un bando o del otro, que perdieron de manera injusta (todas las guerras lo son) a un familiar, a un amigo o a un vecino.
En definitiva, a una persona, que ya fuese por su modo de pensar o de vivir fue secuestrado, torturado, arrastrado a un descampado y fusilado (para quién no lo sepa, en Salamanca esos fusilamientos se solían hacer cerca del nuevo cementerio, curiosa coincidencia, dónde ahora se ha levantado un maravilloso y novísimo barrio de casa nada baratas)
Existe un deber, de todos y cada uno de los políticos, jueces y fiscales (prefiero no comentar la actuación de la Fiscalía en este asunto, porque no encontraría tantos calificativos despectivos como para quedarme a gusto) de esclarecer todos y cada uno de los asesinatos que se produjeron en aquella época.
No se trata de remover el pasado, no se trata de levantar ampollas ni de crear dos nuevos bandos, se trata de darle a cada familia los restos de sus muertos, para que hagan lo que les de la gana con ellos. Se trata, de que el vecino de mi abuelo en el pueblo pueda saber dónde está enterrado su padre y que vaya a visitarlo o pase de él, pero que al menos tenga la opción de decidir.
Muy lejos de la opinión del Sr. Rajoy, sus vasallos y unos cuantos medios de comunicación cuasifascistas que prefieren que no se remueva la mierda, no les vaya a salpicar, ESPAÑA NO SE ROMPE. Yo no voy a salir a la calle con un fúsil a disparar al que no piense como yo o al que esté en contra de exhumar los cadáveres de los asesinados por Paquito Pistolas y sus secuaces, ni creo que tu que estás leyendo esto me vayas a disparar por la espalda, como lo hacían ellos, por no estar de acuerdo conmigo, quizás, algún amigo íntimo del Sr. Rajoy o muchos de los que militan en ese partido tan democrático y centrista que es el Popular lo hiciesen o algún militar que ha entrado aquí por error y que seguramente no tuvo ni la cabeza ni los cojones para llegar a otra cosa que no fuese a aprobar una oposición de mierda y obedecer órdenes toda su puta y miserable vida, lo hiciesen encantados, se pondrían su uniforme de camuflaje, saldrían a la calle a imponer su voluntad a fuerza de disparos.
Pero lo que piden los familiares de los asesinados y torturados, es justo, es lo que a su derecho les corresponde, entra dentro del argumento humano más lógico, de los más básicos principios de democracia y humanidad, de lo que les debemos y que jamás, este país podrá pagarles. Ni aún colgando a Franco si aún siguiera vivo.
Manuel Montero
Letrado 2**2 del I.C.A. de Salamanca