jueves, 1 de septiembre de 2011

Estos días solo ha habido cuatro conversaciones recurrentes; la visita del papa, la huelga de futbolístas, la prohibición de entrar a las emisoras de radio a los campos de fútbol y el EPT de Barcelona.

Por dónde empezar... quizás por lo que antes pasó, que no fue otra cosa, que la visita del papa a Madrid. Cierto es que vinieron un montón de jóvenes, alguno ni escuchó ni vio al papa en cuatro días ya que se pasó el fin de semana en un cuarto oscuro de Chueca, pero ese no es el tema.
El asunto, es que nos han vendido que muchos jóvenes son católicos, cristianos y apostólicos, cuando no hay más realidad que cuatro días en España por 300 €.
Leeis bien, han venido desde Brasil, Argentina, África... cuatro días, todo incluído, por tan solo 300 €. Joder, en dos años me voy yo a Río de Janeiro, a decir lo católico que soy, que por 300 € me pego unos homenajes en las playas brasileñas, que ni Pocholo en Ibiza.
¿Caraduras por qué? Porque utilizan nuestros recursos, nuestros impuestos, nuestra policía, servicios médicos, transportes públicos...e incluso le subvencionan viajes, para tomar Madrid, cual batalla por la evangelización, allá por el 1.500 dc, en las tierras que conquistó Hernán Cortés.

Ni que decir tiene, que más caraduras son todos los clubes de primera y segunda división ¿todos? decidme cuál se salva. Deben no se cuantos millones de euros a la hacienda pública, es decir, a todos, pero a la hora de exigir, más que nadie, muchísimo más.
Pero atrás no se quedan las emisoras de radio que tanto han critiado a la LFP. Llevan 60 años chupando del frasco, sin poner un duro por un negocio, que para ellos, no nos vamos a engañar, es el más lucrativo de sus parrillas de programación.
Los tíos exigen las mejores de las condiciones para realizar sus retransmisiones, bien acondicionadas, aclimatadas, con las últimas tecnologías... pero sin pagar un duro... en España.
Porque llega la final de la Champions y pagan religiosamente, van al mundial de fútbol y pagan sin rechistar, la Eurocopa y... ya os lo imagináis, entonces ¿por qué no pagar a los que realmente sustentan su negocio? Sencillo, porque son unos caraduras.

Pero al igual que el 90 % de los jugadores profesionales y todos los amateurs de este país. Ahora, entra en vigor una nueva regulación, los tíos protestan porque van a tener que pagar impuestos, tributar como todo el mundo ¿pero no querían un mercado regulado y una seguridad jurídica? Es que lo quieren todo: que las salas inviertan en publicidad para que haya más "pescados", que les den cada día más rakeback y además, no tener que pagar impuestos. Joder, que coticen a la seguridad social, como todos, que paguen sus impuestos, como todos, y que disfruten de su profesión, como algunos, pero que no me sean caraduras, que ya vale de "jetas" en este país.