viernes, 21 de agosto de 2009

Dícese, como estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien, satisfacción, gusto, contento, suerte, ser feliz.
¿Qué nos hace felices? Tener un buen trabajo que permita realizarnos íntegramente nuestra faceta profesional, una pareja que nos quiera, nos comprenda, nos haga reír, una casa con jardín, un perrito, un cochazo, un rólex…

La felicidad es esa hipocresía que nos han vendido, esos valores que nos han enseñado desde pequeñitos, a todos los mismos. Esas mentiras que nos han contado y que nos obligan a todos a caminar hacia el mismo destino.
Los niños, la esposa, el perro, la casa, la hipoteca, el colegio, las notas, el ascenso, los nietos, la muerte… Porque al final, las vidas de todos, será una vida, porque todas serán iguales, llenas de mentiras.

Para mí, la felicidad es algo diferente, no es la casa, sino el primer ladrillo, no es el coche, sino ir juntos a elegirlo, no es el perro, sino pasar frío, no es estar contigo, es cada segundo que te miro. La felicidad, para mí no es el sobresaliente en el colegio, sino lo que he “desaprendido”, lo olvidado, o lo que aprendí a olvidar, lo que quisieron enseñarme y no me dio la gana aprender, lo que quise aprender por mi cuenta.
La felicidad es que me digas las ojeras que tenía esta mañana, que me arropes en invierno, que me beses en la piscina, que planeemos un viaje, que elijamos una peli, o pensar como hace unos días nos reímos.
La felicidad no es comprar un sofá carísimo, sino saltar sobre el borrachos antes de follar hasta caer rendidos, no es el final del viaje, sino la hora que te esperaba en el aeropuerto, no es estar contigo, es ser contigo.

La felicidad para mí no es un fin, la felicidad para mí es, el camino recorrido.

2 observaciones:

Anónimo dijo...

Que bonito y cierto.
R.G.C

23 de agosto de 2009, 22:58
Anónimo dijo...

Maravillosa descripcion de la felicidad...

20 de noviembre de 2010, 0:26