lunes, 5 de enero de 2009

Consecuencia, de una palabra, del brillo del gatillo de cazar, de la marabunta, que cada dos cientos metros, anochece y se vuelve a ocultar, bajo la sábana.

La palabra, ese don perdido por quién osa a enfrentarse, a desafiar, al amigo invisible, ese que no sabe nada de ti, aunque esté a tu lado cada día.

Agotadas las entradas, te quedaste en la puerta, fuera, como siempre, sin sitio para escuchar, para ver, para sentir ¿sentiste alguna vez? ¿Alguien te miró y fuiste especial?

Dos balas, una para ti y la otra por si fallo, alguna vez lo hice, fallé, todos nos equivocamos, yo muchas veces, demasiadas, errores cometidos, disfrutados y vividos, no sabes cuantos enmendé y cuantos me quedarán por cometer, pero soy feliz.

Consecuencia, de quién soy, de lo que soy, y de lo que quiero. Consecuencia es lo que consigo, lo que deseo, consecuencia es escribir, leer, besar, despertar a tu lado, consecuente, es quién se mantiene quién asume, sin tener tiempo el martes, sin estar cansado, sin gomina en el pelo, sin emails, sin nada que disfrutar.

Consecuencia…

1 comment

Anónimo dijo...

consecuencia de nosotros mismos y de nuestras circunstancias, nadie nos dio eleccion a la hora de nacer. Causa, a veces la elegimos, la consecuencia quiza no tantas depende de nosotros.


un beso, Vega

6 de enero de 2009, 3:04