jueves, 10 de abril de 2008

Alguien que te hace odiar, reír, amar, desear, alguien que fijamente te mira y te desarma, alguien que con tan solo morder su labio provoca que tu calor corporal aumente hasta pasar los 40º, alguien que te estimula y revuelve tus sentimientos, buenos o malos, los mejores o los peores, alguien así merece la pena.

El chico guapo, inteligente, prepotente y seguro de sí mismo. El triunfador del grupo. Un estilo de vida ciertamente liberal en lo sexual, apariencia de arrogancia, autosuficiencia, frialdad e insensibilidad. El centro del universo, el sol que brilla sobre el mundo de todos y de quién se dice que no se detendría a levantarte después de pisotear tu corazón, repetidamente y con botas militares (o con su coche negro).

Sus relaciones más profundas son algún que otro familiar y tres o cuatro amigos y aún ni ellos ocupan la mitad de su tiempo.

El resto de su tiempo lo ocupa en su trabajo de éxito, su ropa de firma exclusiva y el placer de hacerte sentir el centro del mundo por tan solo una noche. ¿Por qué, a quién no le gusta sentirse el ser fundamental de alguien, sentirse en el mayor de los nirvanas aunque tan solo sea por unas horas?
Porque eso es lo que vas a tener, tan solo unas horas. Porque no le exijas que te vuelva a llamar, ni te molestes en darle tu número, porque aunque te lleve cogida de la mano a dónde nadie te ha llevado nunca y siempre has querido ir, no recorrerá contigo el camino de vuelta.

Por qué, ¿quién no ha querido tener a un tío así alguna vez? Es el hombre al que adorarías odiar.

1 comment

Anónimo dijo...

siempre has sido muy Brian Kenny,xo no olvides lo ke le pasó al final...es de esas personas a las ke amas y detestas a la vez las ke merece la pena desmigar xa ver de ké estan rellenas...y cuando llegas adentro,puedes descubrir una de dos:o hay chokolate o están vacías...la cuestión está en si a medio camino descubres que te da igual,que se te pasó el hambre...

11 de abril de 2008, 11:14