Del mismo modo que has llegado parece que te marchas, parece que poco a poco te vas escapando entre las manos como un puñado de arena de cualquier playa de Cádiz.
Te conocí casi por casualidad, en los mares de este siglo tan nuestro y tan extraño que vivimos, y así entre palabras, canastas y algún que otro guiño picarón fuiste entrando.
Quizás no pasé más de tres horas pero fueron muchas más en stanby y mientras la distancia se hacía cada vez más grande, de alguna manera te encontraba más cerca, porque no encontré mayor penitencia que procesionar por esas tierras tan redundantes de fervor religioso, mientras la defensa flojeaba y caían triples, asistencias y algún “alli up”.
Y aunque muevo la pelota como nadie y te gusta mi estilo al lanzar de media distancia, el partido depende de un rebote, una faceta del juego, que nunca se me dio bien.
Pero como sabes, siempre gano y esta eliminatoria es a doble partido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 observaciones:
romanticismo, deportividad o quizá solo te sintieras poético... en el fondo vas a tener corazón y todo
26 de marzo de 2008, 12:17me ha gustado; si señor, se feliz!
vega*
claro que tienes corazón!!y el que diga que no, es que no te conoce, aunque hay que saber entenderte, nada facil, por cierto.
5 de marzo de 2009, 17:34GRACIAS POR HABERME DEJADO ESE RECUERDO...
Y quién coños eres?
5 de marzo de 2009, 19:45Publicar un comentario