jueves, 13 de marzo de 2008

Tarjeta de crédito, teléfono móvil y ordenador conectado a Internet, es lo único que necesitas para conseguir todo lo que quieres… desde tu casa.

Puedes comprar cualquier cosa sin moverte del sofá, lo que te imagines, desde comida italiana, francesa, japonesa hasta algo más común como pizza, bocadillos, hamburguesas.

Puedes hacer que te lleven la compra a casa, que pasen a recoger tu ropa y te planchen las camisas, incluso que te hagan la manicura.
Comprar el coche de tus sueños o planear ese viaje con el que siempre has soñado, casi todo se puede conseguir desde tu casa, ó, ¿quizás se pueda conseguir todo?

Hay quién cree que es imposible tenerlo todo y aún menos desde casa, pero yo creo que es posible, si, tenerlo todo, incluso hasta en las relaciones más personales.

Utilizamos Internet también para esto y no nos engañemos algunos solo para esto. En ocasiones hablas más con tus amigos por Messenger o skype más que en persona, intercambias datos, archivos, conversaciones, que no se darían de otra manera si no existiese la telefonía móvil o Internet, ya sea por el ritmo de vida que llevamos o por lo acomodados que nos estamos volviendo.

Pero lo realmente alucinante es las relaciones que entablamos con personas que no conocemos, personas a las que nunca hemos visto y que posiblemente jamás conozcamos cara a cara, personas a las que muchos les contáis vuestros problemas, historias y movidas varias. Personas que se esconden tras un nick, una foto o un perfil de una web de contactos que alguien te comentó.
Personas por las que de una manera inexplicable te sientes atraída, interesada e incluso entusiasmada.
Alguien a quién evalúas y valoras en función a su manera de escribir, faltas de ortografía o incluso por la cantidad de ridículos iconos que ponen en el Messenger o frases ingeniosas copiadas de alguna peli mala o de la canción que escucharon ayer cuando hacían la comida (y va con segundas, jajajaja)

¿Pero que buscamos en esas personas? Complicidad, conversación, amistad, alguien que nos escuche, sexo, una relación… que cada cuál se quede con lo que mejor vaya para su conciencia, yo sigo manteniendo, que desde casa, todo se puede lograr, incluso hasta divorciarse, que a muchos de los que se conocen por aquí les vendrá muy bien.