lunes, 23 de febrero de 2009

Ahora sólo hay silencio.
Se marcharon las risas, las miradas,
las caricias bajo la ropa,
los besos en la espalda, las cosquillas,
los orgasmos, los te quiero.

Mi almohada se siente vacía,
ya no habrá quién se abrace a mi espalda toda la noche,
quién me susurre a las cinco de la mañana,
quién me despierte con un roce en mis labios,
quién me haga sudar mientras grita, fóllame fuerte.

Esta noche, nada más que silencio.

martes, 17 de febrero de 2009

Soy malas, unas cabronas, auténticas hijas de puta, que todo lo veis con el cristal de vuestras gafas, esas que están graduadas a vuestro antojo, para llevar todo dónde queréis y cómo queréis.

Sois capaces de justificar lo injustificable, un polvo, una cita, un regalo, o unos celos, con voz de niñas buenas y si no funciona os enfadáis. Si, porque no os comprendemos, porque no nos ponemos en vuestro lugar, porque no queremos ver las cosas como son, como vosotras decís que son, como queréis que sean.

Jugáis con vuestras reglas, esas que cambiáis cuando os da la gana, lo que ayer servía, hoy no, y mañana no tendrá nada que ver.

Todo, absolutamente todo es culpa de los hombres, porque somos insensibles, vamos a nuestra bola o simplemente tenemos polla.

Y hasta la polla estoy de tanta gilipollas, de tanta mala jugadora de poker que no sabe mantener un farol, que te miro a los ojos y veo la jugada y llevas una mierda contra mi escalera de color.

Y al final, las que perdéis sois vosotras, porque os quedáis con cara de tontas al ver pasar las fichas ante vuestras narices y que es otro jugador quién se las lleva y en el momento que os echan de la partida, os jode, queréis volver y os lamentáis por ello, pero yo juego sin reenganches.

Que me da igual lo que seáis o de que color os pintéis la raya del ojo, porque yo me paso a jugar con "los mayores", que estoy cansado de tanta imberbe perturbada que no sabe apreciar lo que tiene y que por querer tenerlo todo se va a quedar sin nada, si es que no lo ha hecho ya.

Que os quedéis con vuestras listas, con vuestros cachas, con los frikis babosos o con el pringado de las flores, que os quedéis con tus amigos de la facultad de las cuatro de la mañana, o con quién os visite a casa para echaros el polvo de rigor antes de dejaros la boca llena de esperma, que con mi caviar, no la volveréis a llenar

lunes, 16 de febrero de 2009

Es un acto de mercado idóneo para promover o asegurar la difusión de las prestaciones propias o las de un tercero, es decir, el objeto del acto debe ser un acto mercantil encaminado a la venta de productos o servicios propios, pero también se incurre en competencia desleal cuando se promueven los de un tercero si el objeto perseguido es menoscabar a ese tercero competidor.

Es cuándo yo te miro y tu lo sabes y te derrites. Es cuándo me pongo esa camiseta que me queda tan bien, cuando sonrío, cuándo hablo con esa voz que te engatusa, que te deja a mi merced. Es cuándo me acerco lentamente y no puedes evitar lanzarte a por el beso. Es cuándo enciendo unas velas, cuando abro un vinito, cuando te regalo mi tiempo.
Es cuándo soy dulce, amable, simpático, porque no te gusta nada más que yo.
Es cuándo acaricio tu espalda, rozo tus brazos, cierro tus ojos con susurro, con apenas un hilo de voz. Es cuándo me pongo borde, repulsivamente atractivo, asquerosamente delicioso. Es cuándo guiño, cuándo grito, cuándo juego, cuando te quito lentamente la ropa.

Es mirar a mi alrededor, no hay competencia, cuando soy yo.

martes, 10 de febrero de 2009

La verdad es que por aquí abundan; chonis, frikis, paletillas, putones, curritas y demás especimenes. Las he visto en el Gastby, Amadeus y sobre todo en el Capitolium, que últimamente más que chonis, parece una congregación de putones desesperados esperando a que uno de los paletos de los que pulula por esos lares les invite a tomar una copa y las saque del curro de mierda que tienen, les ponga una casita, un hijito en la barriga para dar sentido a su vida y un sueldo con el que mal vivir el resto de su vida.

Aunque estas chonis se van extendiendo, quizás con más gracia, quizás no tan garrulas, aunque si le regalas un libro por reyes te miran como diciendo ¿para que quiero yo esto? Ahora, éstas, se van al pino, al faro y demás garitos de esa zona, que en tiempos fue de memorables jueves universitarios y que ahora ha quedado para las que van con un escote, arrastrando su coño por la pista, en busca del caracol que las fecunde por una o varias noches, y la verdad, es tan fácil engañarlas, que yo me he quitado.

Aún peores, son estás, que aún siendo chonis, van de medio pijas, de soy algo, insulsas, diría yo. De me planto tres o cuatro kilos de maquillaje en la cara, una camisa de esas “buenas, buenas” de la Manoli y me voy a tomar unas copas a Garamond bar o al Musical, más conocido como “el desguace”. Sí señores y señoritas, porque a ese bar solo van las acabadas, las que por rodadas que parezcan son pasto de pollas arrugadas, más cerca de los cuarenta, con canas, un jersey de Lacoste y quizás con suerte, una buena cuenta bancaria. Abogaduchos, algún que otro ganadero, a estiércol huelen y quién se hace pasar por algo con su bmw aparcado en la esquina, comprado en alguna web alemana por algo menos de lo que cuesta un SEAT con todos los extras. Fauna que se busca y se encuentra, cortados por el mismo patrón, ese de los veinte mal vividos y poco disfrutados, seguramente achuchados por algún matrimonio fracasado o amargadas por un putero que fue su novio formal años atrás, de esos que meten la polla en coño por 60 euros y los domingos van a comer a casa de la suegra la chanfaina de rigor.

¿Y ante este panorama, que podemos hacer los que ya hemos pasado los treinta y aparentamos veintitodos? Quizás irte a Barcelona, pero ni aún allí, estás a salvo. En el último garito al que fui, Get Back se llamaba, se habían reproducido.
Era como si todos los bares que antes he mencionado los encerrasen en uno solo. Eso sí, con el “glamour” de una sala en dos ambientes, que curiosamente, en la que ponían buena música, no dejaban fumar y en la de fumadores, pues los acabados que apestan a tabaco. Las gordas, las borrachas, las que tienen las dos cosas, la que enseña pechuga buscando comprador, la que va de divina y después de mirarla dos veces se queda en nada, la que dices, pues mira, esa se salva pero se da la vuelta y te comes tus palabras y luego las excepciones, como en todos los bares del mundo, porque en todos y cada uno de los bares, alguna tiene que estar buena.

Y lo más curioso, es que los tíos van a juego, como bonitos cinturones con esos zapatos divinos que te acabas de comprar, que el que más y el que menos pega con ellas, que tal vez, y solo tal vez alguno se salve y deben esperar a que vuelva a ir por allí para subir el nivel.
Pero si os digo el nombre del bar, no es por casualidad, sino por recomendación a todos los TÍOS que me leéis, pues es tan fácil ligar allí a las 2 de la mañana como en el Ambigú a las 7, que vas al baño y la que no te toca el culo te dice algo y alguna, solo alguna, te pide el teléfono con la nula esperanza de que la mires. Y viendo como son ellas, me explico como son ellos, sobones, irrespetuosos y que en ciertos ambientes de nuestra ciudad se llevarían un buen par de hostias por muy maricones que sean, pero que en el fondo te dan pena, por ser entes tan insignificantes, que ni aún rebajándote a su nivel, conseguirías caer tan bajo.
Y aún así, Barcelona me encanta, pero la próxima vez, more, del expo no salgo y sabes bien por qué lo digo.

domingo, 1 de febrero de 2009

Hoy os dejo algo diferente, algo extraño, pero cuando lo leí, gracias por enviármelo Letrada, pensé "cuánta razón tiene".

Es un artículo escrito por ARTURO PÉREZ REVERTE, en XL-SEMANAL el 23 de diciembre de 2008.

Ya que perdéis vuestro tiempo leyendo lo que yo escribo, por una vez, leer a alguien que sabe hacerlo, y muy bien, además, es muy interesante. Aquí os lo dejo.

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos»
Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado