martes, 30 de diciembre de 2008

Llegamos al último día del año o mejor dicho, a la última noche y hay q disfrutar, pasarlo bien, reírse, divertirse y para algunos, los privilegiados, ligar.

Pero hay que seguir unas pautas, unas normas, hay que tener algo de estilo, clase, no vale ir de cualquier manera, hacer el ganso, el friki, el subnormal. Glamour, caballeros, glamour.

Por eso, os voy a dar algunos consejillos, casi todos para ellos y alguno para ellas, que seguro que os vendrán bien.

1. LA CENA
a.- En casa de tu familia; vístete para la ocasión, informal, pero algo arreglado, cómodo, sencillo, pero no te pongas un chándal o la camiseta más cerda que tengas. Evita las conversaciones polémicas, como fútbol, política o movidas familiares. Hay mil temas para hablar, no te pases con el vino o te arrepentirás.

b.- Con los amigos; Pásalo bien, viste como quieras, como te de la gana, se tu mismo, ríete, cachondéate de todo, pero no bebas mucho o no llegarás a las uvas.

c.- En un restaurante; compórtate, se educado, da las gracias cuando te sirvan, nunca cuando te quiten los cubiertos, por cierto, si no sabes utilizarlos un consejo, de fuera a dentro.

2. LAS UVAS
Estés dónde estés, nunca las escupas, aunque te atragantes, utiliza un pañuelo o una servilleta, no seas marrano que nos conocemos, pero ante todo, sigue el consejo que le doy a muchas chicas. ¡cómetelo todo!

3. LA FIESTA
a.- Privada con los amigos; Pues igual que antes, a pasarlo bien, sin cortarte un pelo, excepto en una sola cosa. Las amigas son eso, amigas, no seas un baboso, no trates de follártelas a todas, ni tan siquiera a una. Lo más probable es que pasen de ti, te vean como un pesado borracho y al día siguiente se te caiga la cara de vergüenza.

2. CON LA FAMILIA
Venga ya tío!! Que puta fiesta es esa? Ya has cenado con ellos, ya has cumplido. Vete de fiesta, pásalo bien y que los yayos se acuesten temprano, que tu llegarás de día a casa.

3. EN UN CLUB DE MODA
Lo primero, la ropa. No te pongas un traje que no te valga. Si tienes uno de hace dos veranos, de la boda de tu prima y te queda grande, lo tiras y te compras otro. Estás a tiempo, en Zara por 200 euros mañana mismo te lo compras.
El color, naturalmente negro, no lo lleves clarito, ni crema, eso para el verano y para los de Miami Beach, los azul marino, para los funcionarios de los ministerios de los años ochenta. Negro, recuerda, nunca fallarás. Camisa blanca, nada de amarillos, azules, rojas, ni parecidos. Los Manolos molaban en el año 92, no seas hortera. Y la corbata, lisa, siempre lisa. Nada de dibujitos, ni spiderman, mortadela o pollas pintadas con acuarelas, lisa. El color, yo aconsejo el negro, pero aquí la puedes elegir entre azul, rojo incluso un lila, muy de moda en estos momentos.

Si a la fiesta a la que vas, no es obligatorio llevar traje, como es mi caso, te aconsejo que vayas arreglar, pero con un toque “casual”. Unos jeans negros, zapatillas, una camisa con corte ceñido, un cinturón a juego con la corbata y las zapatillas. Nada de llevar la camisa abrochada hasta arriba, fuera uno o dos botones. El nudo perfectamente hecho, pero no apretadito, da la impresión de ese ejecutivo que parece que lleva ocho horas en la oficina, pero que está impecable.
Por cierto, todo, absolutamente todo, perfectamente planchado, la arrugas, para los geriátricos.
Irás elegante y a la última, “fashion”, pero sin llamar la atención. Ah! no te pongas las zapatillas de jugar al fútbol sala, cómprate algo decente.

Os diré que yo iré con unas zapatillas Munich (180 €) pantalón negro Energie (160 €), cinturón D&G (80 €) camisa blanca D&G (230 €) y corbata negra de Prada (90 €) Como veis, por muy poquito dinero, seréis los mejores de la fiesta.

Ah! se me olvidaba, nada de quitarse la corbata y ponérsela en la cabeza o de cinturón, eres la estrella de la fiesta, no el payaso del club.

Y por último, el consejito para las chicas; si te compras unos zapatos nuevos que te hacen daño, te jodes, si te pones super monísima y en lugar de sacar un buen abrigo pasas frío, te jodes. No fastidies la fiesta a los demás con el “me duelen los pies” o “tengo frío déjame tu chaqueta” la cabecita la tenéis para algo más, que para apoyar el vaso mientras nos coméis la polla.

Feliz Nochevieja!!!

viernes, 19 de diciembre de 2008

Y voy expulsando gente de mi vida, y otros se van, sencillamente porque se cansaron de aguantar mis manías, mis cabreos, mi prepotencia y mis humillaciones.

La verdad, os entiendo a todos, si la mayoría de las veces no me aguanto ni yo, si soy tan insoportable que busco el sueño que no llega para olvidarme de mi mismo. A veces me miro y no me reconozco, a veces, me conozco tan bien.

Expulsé a mi amigo, ese de tantos años y no sé muy bien por qué, a esa otra persona que ha sido la única capaz de entender verdaderamente como soy y que tengo la necesidad de ser borde, estúpido y orgulloso con ella, cuando fue la única persona que supo mirar más allá del verde de mis ojos y ver que escondían mis pupilas, casi, apagadas. Alguna que otra buena chica que poco a poco fui convirtiendo en mala, alguna mala que se ofendió por no ser peor que yo, otras que ni se acuerdan de mi cara y muchos otros, que ni siquiera deje acercar.

Porque al final, todos se acaban acercando, o volviendo, o están cuando voy a buscarlos y la verdad, no lo entiendo. No puedo entender que les hace estar, venir y volver a alguien que es malo, que daña, que provoca dolor por el mero placer del dolor, que ama la sangre, ese olor a putrefacción que emana el rencor, el odio y la rabia de una mala contestación, de una frase, de un no, de la bordería mas injustificada que he visto, del no saber decir lo siento de una manera sincera, de equivocarse, una y otra vez, engañando al mundo y haciendo ver que mi verdad, es la única y absoluta verdad.

Y no sé como he llegado a ser así, tan mezquino, ruin, envuelto en un orgullo que me sirve para justificar todos y cada uno de mis actos, en una inteligencia desaprovechada, al único servicio de un ego que crece y crece y de tanto crecer no deja ver el corazón, los sentimientos, la bondad y todo aquello que en algún momento resplandecía al mirarme y que hoy, apenas se puede ver, si te fijas bien, algún que otro día cada cuatro o cinco meses.

Y en mitad del camino diviso el final, voy apartando o se van quedando a un lado, nadie me sigue ni quiere seguirme, nadie va a acompañarme, nadie recorrerá la senda que conduzca a aquel lugar, en el que vuelva a ser quién era, cuando con apenas tres o cuatro meses comencé a andar. Y sabes que te digo, yo tampoco lo haría.

martes, 9 de diciembre de 2008

Nunca me he disculpado por romper un corazón y no lo voy a hacer ahora. Nunca te hice la protagonista de mi vida, de mis sueños, aún siendo el protagonista de los tuyos, creándolos, haciéndolos crecer y dándoles muerte.
No siempre te sentiste secundaria y muy pocas veces protagonista, pues tu papel fue de mera comparsa, de quién sigue, quién obedece y se deja llevar.

Hoy me da igual que fueses rubia o morena, que besases bien o mal, que follases aún peor. Hoy no escribo a nadie en concreto, sino a todas a las que he jodido, que no han sido pocas. A esas que os merecéis un post, nada más que uno, por haber soportado, aguantado y tolerado un momento conmigo. Bueno o malo, porque al final, todo lo que entra en mi vida, sale por la puerta de atrás, con un par de lágrimas en los ojos y con el sentimiento de la incomprensión por un final no esperado ni deseado.

Porque tan absurdo es el final, como son los argumentos por los que te colgases de mi, queriendo ver algo que no es real, algo que tu y solo tu, te has inventado. Querías alguien tierno, amable, cariñoso y no lo supiste sacar, pero ahí está tu error.
De dónde no hay… y no lo hay, te pillaste de un egoísta, de alguien que solo piensa en sí mismo, en el reflejo de un espejo, alguien enamorado de su mirada ¡lo sabías! por eso, la culpable de tus lágrimas eres tu, la responsable de tus lamentos y decepciones, eres quién debe asumirlo y cargar con la pena.
Esa condena de lamento, de odio, frustración, que desaparecerá en unos días, unos meses o a las diez de esta noche. Pero eres tu quién debe pasarla, no yo.

Nunca escondí mi yo, siempre te lo he mostrado, tu quisiste jugar a cambiarme, a ver quién no era, no te conformaste con lo que veías y quisiste mirar detrás, esa puerta que nunca se abrió, porque no existía, porque lo que viste en el escaparate era lo que había en la trastienda y te decepcionó, aún siendo diáfano lo q mirabas.

A todas las que les jodí un ratito

martes, 2 de diciembre de 2008

¡Eso es mentira! Al igual que el punto G masculino está en culo, lo sé.
Pero a lo que iba, cualquiera, sea quién sea, te importe una mierda o no, sea un completo desconocido o no, puede hacer o decir algo para joderte, para ofenderte, hacerte sentir, aunque sea, mal, por un minuto.

Si tu amiga te deja colgada un sábado por la noche, a las tres de la mañana, para irse con un tío que acaba de conocer a echar el polvete mensual, al final se lo perdonas, te pones en su lugar, que más quisieras, y se lo perdonas.

Pero si un tío que no conoces de nada, está sentado en una terraza y se ríe de ti, por lo fea que eres, te humillas, te coges un rebote importante, incluso, algunas de vosotras le echáis cojones, vais a la mesa del tío y le llamáis imbécil. Joder tía, que fuerte, como has podido hacer eso, no va a poder dormir.

Pero más que feas, putas, guarras, estrechas, mal peinadas, vestidas y peor folladas, hay algo que os jodeeeeeeee…. pero mucho. Aunque sea verdad, que la mayoría de las veces suele serlo y por eso lo decimos y es llamaros… GORDAS.
No hay nada q le joda más a una gooorda, que la llamen gorda, o culo gordo, o cosas similares. ¡cómo os rebotáis! siempre tenéis la excusa perfecta: que si soy de cadera ancha, que si retengo líquidos, que si tengo un problema… que sí, que sí, que el problema suele ser que eres una zampabollos, que no mueve su culo, más que para llevarlo al wc, o a la cocina, a por otro bollycao. Escuchar la palabra deporte, te provoca sudores, mareos e incluso convulsiones.

Que si un tío te llama culo gordo, no te humilles, dile, pues tienes razón, soy una gorda, pero tu eres un gilipollas, que seguramente, también acertarás.

Pero más allá de gordas, gilipollas y otros especímenes, cualquier cosa que contradiga nuestra manera de pensar, de ser, de actuar la tomamos como una afrenta, como un ataque personal ¡vendetta!

Y nos jode a todos, pero a todos, y aquí es dónde doy pie a esos comentarios tan divertidos, ya que a mi también me jode. Me jode, mucho.
Eso que digan que no se escribir, que mi libro es una mierda o que no se follar, uy, eso hace mucho que no me lo dicen, me jode mucho.
Que alguien cuente en su blog que sois unas resentidas, os jode, mucho, y vais a saco a joder, afortunadamente pasan de vosotras y eso os jode más.
Que firmen como anónimos, os jode, que seas un polvo de una noche y te digan que no vales para más, te jode, que a alguien le guste este blog, te jode, y la verdad, es que te importa tres cojones, un amigo mío los tenía y no veas que historias cada vez que se zumbaba a alguna, quién sea esa persona, que diga de ti, o que deje de decir.

La cuestión, es, que cuando no te alaban, cuando te sientes criticado, te molesta y mucho, y si no lo crees, lee los comentarios, que jodidos, humillados y crispados, son los que más abundan.